¡Adiós 2016! Antes de las 12 campanadas
- Merce Rojas
- 31 dic 2016
- 2 Min. de lectura
Despedir un año y celebrar la llegada de otro, puede desempolvar la nostalgia y aflorar un sentimiento agridulce (como el pollo chino que quisiera estar comiendo en este momento para despedir la gordura del 2016)
Pero ahora sí, dejando los chistes malos, el último día de diciembre siempre me pone sentimental, soy la clásica mujer pavosa a la que se le inundan incontrolablemente los ojos a la medianoche. A esa extrema sensibilidad decembrina, se le puede sumar el hecho de que "esos días del mes" también quisieron brindar conmigo esta noche para despedir al año viejo. ¡Que nadie se acerque!
A pesar de que a los venezolanos este 2016 nos dio hasta con el tobo, quisiera olvidar por un momento las cosas malas y solo poner en la balanza lo positivo, eso por lo que me siento realmente agradecida.
Agradezco por mi juventud. Por muy banal que suene, tener a la vejez tan cerca me ha hecho valorar un poco más los "años dorados".
Le doy las gracias a mi coraje, que me ayudó a tomar decisiones importantes y apegarme a ellas sin arrepentimientos. Ser emprendedora e independiente en una Venezuela devaluada y en crisis no es cosa fácil, supone miedos, angustias y, a veces, llegar con las cuentas ajustadas al fin de mes, sin embargo, en el camino he conocido a gente maravillosa con la que realmente disfruto trabajar haciendo lo que me gusta.
Agradezco por mis amistades. Ha sido un año de muchas despedidas y de reencuentros por los que me siento infinitamente agradecida, de alejamientos, de cambios, de conocer a gente nueva y de aprender a ganarme un lugar en otros grupos. Agradezco por los bebés de mis amigos y por poder disfrutar de ellos. Agradezco por que hay amistades a las que la distancia no les hace ni coquito.
Agradezco por Ricardo, por una relación en la que me siento plena y finalmente contenta. Por su compañía, por sus chistes y hasta sus regaños, por su familia, por los viajes y hasta por las "desgracias" que hemos vivido juntos este año, que seguramente nos han fortalecido, por sus quizzes sorpresa, por su inteligencia que me hace admirarlo y querer aprender de lo que él sabe y yo desconozco, eso que nos complementa.
Agradezco por la fortaleza de mi mamá ante las adversidades, por la sabiduría de mi papá que siempre logra aliviar mi espíritu, por el sentido del humor de mi hermana, por la compañía de mi abuela, por la complicidad de Laura. Agradezco cada momento del 2016 en el que reí, bailé y canté.
Desde hace unos años mi mayor resolución para el año que comienza, es justamente comenzarlo sin resoluciones. Aunque claro, la petición que ruega por unos kilos menos siempre está ahí, levantando la mano. Espero que el 2017 esté lleno de buen trabajo, de metas cumplidas, satisfacciones, crecimiento y de posts para este blog que tiene el objetivo de acabar con mi procrastinación.
Se despide
La Meche del 2016 :)
Comments